El pasado Sábado 29 de Febrero, se celebraba en la localidad burgalesa de Aranda de Duero, el festival en honor a los cirujanos taurinos «Ángeles del Toreo» organizado por la empresa «TAUROEMOCIÓN». Éste festival contó con un cartel de lujo, con nombres de espadas que bien podremos ver anunciados en los carteles de las ferias más importantes de la temporada. Una entrada de prácticamente lleno, siendo muy pocas las localidades que quedaron sin ocupar en el «Coso de la RIbera»
Abría cartel Jose Antonio Morante de la Puebla, el diestro de La Puebla cuajó una faena cargada de estética y despaciosidad, adaptándose a las cualidades del novillo, que si bien humilló con mucha clase, éste mostró enseguida síntomas de falta de fuerza y recorrido. Una oreja le cortó el disestro de La Puebla al de García Jimenez.
De Manzanares poco o nada que decir, novillo que no le dió opciones de triunfo y que se rajó demasiado pronto. Recogió una ovación en el tercio.
También tocaría pelo Cayetano, que brindó su faena a los cirujanos presentes en el homenaje, y que puso toda la carne en el asador al comenzar a torear con la muleta sentado en el estribo. Faena que por momentos le obligó a tirar de garra, pero que terminó combinando con series muy templadas. Estocada un poco caída en los medios, que se deslució al tener que usar el descabello para terminar de dar muerte al novillo. Oreja.
Bien diferente fue cuando Emilio de Justo pisó el albero, el Extremeño nunca se deja nada en el tintero y a la minima opción, demuestra el porqué es uno de los toreros predilectos por el aficionado. Muy por encima siempre del animal, bajando la mano y obligando al novillo a emplearse en cada embestida. Tanto le obligó que a riesgo de que el animal se desentendiese, tuvo que terminar toreando a media altura. Estocada inapelable y dos orejas de ley que le auparon como el gran triunfador de la tarde.
De Pablo Aguado, muy poquito que reseñar, un novillo desentendido y flojo desde el primer momento, que no le dió opción a nada. Pese a ello, la afición le brindó una ovación por su disposición con el animal.
Y llegó el turno de «El Rafi», una actuación que tras el indulto que consiguió en «La Flecha», mostrando que es una verdadera promesa en ésto del toreo, había generado mucha expectación. Y la verdad que el chaval no defraudó, toreó de lo lindo con el capote llevando al novillo hasta el caballo por «delantales» y sacándolo del mismo por «lopecinas». Pase cambiado por la espalda para empezar la faena con la muleta, muy pronto se le rajó el novillo cerrándose en tablas y el chaval, pecando un poco por su juventud, quiso apurar una faena que hacía mucho tiempo se había terminado, saber la medida justa de las faenas también es algo que han de saber las grandes figuras, y sin lugar a dudas «El Rafi» da muestras de poder llegar alto, pequeños pecados de juventud. Pinchó con el novillo ya cerrado completamente en tablas, recogió una calurosa ovación por parte de la afición, que quiso premiar de éste modo la disposición y las ganas del joven.
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