«PREJUICIOS Y PERJUICIOS»
Sabe Dios que ésta semana no hubiera querido hablar de ésto, de hecho, tan siquiera era el tema que había elegido para desarrollar en ésta ocasión, pero por desgracia, nos ha tocado tan de cerca, que sería una falta de sensibilidad y de compañerismo no salir a defender a una compañera que ha tenido que sufrir en sus propias carnes, una situación cruda y desagradable que a continuación me dispongo a relatar. Repito, ésto no tocaba, y ojalá no hubiera tocado.
Ánimo Nuri, éste burladero, va por tí.
“Tus inclinaciones hacia la tauromaquia (totalmente respetable) no encajan en nuestros propósitos de empresa para tenerte como afiliado”. Así, como suena, sin anestesia ni nada.
Ésta fue la desacertada (por mantener la compostura) respuesta que la empresa “Zumub.com” le dió a nuestra amiga y colaboradora Nuria, al apuntarse a una oferta de trabajo como embajadora de dicha marca de suplementación alimenticia dirigida a deportistas.
Ella, cumplía con todos los requisitos que se pedían en la oferta, de hecho, la empresa en un correo, así lo admite, el único motivo que pusieron para no otorgarle la confianza para obtener el puesto fue ese, ser aficionada a la tauromaquia.
No es ésto más, que un ejemplo clarísimo de un prejuicio infundado desde la más profunda ignorancia y el desconocimiento de lo que es la tauromaquia, de lo que es su mundo y de lo que somos su gente. Una mentalidad y un pensamiento planos, que no se han preocupado más que de entrar en los perfiles y comprobar las aficiones de una persona, que no tiene porqué esconderlas, y a raíz de eso, sacar una conclusión sin tener en cuenta su preparación o idoneidad como trabajadora. Un aplauso para el caballero por favor.
Es como si aquí a un servidor, se le ocurriese prejuzgar a la empresa anteriormente expuesta, y pensar desde mi ignorancia y desconocimiento, que los suplementos alimenticios son perjudiciales para la salud y que por ello la gente no debería consumirlos. Seguro que las empresas y los aficionados al ejercicio y el deporte se sentirían altamente ofendidos, y con mucha razón. No seré yo quien vaya a caer en la tentación de devolverles el golpe de éste modo.
No termino de comprender, qué diferencia puede albergar una persona aficionada a la tauromaquia respecto a otra cualquiera, qué elemento diferencial puede hacerla menos apta para desarrollar cualquier tipo de trabajo, y tener que soportar ser menospreciada y discriminada por emplear su tiempo libre en lo que le da la gana.
Es una verdadera vergüenza tener que soportar actuaciones tan deleznables en éstos tiempos que corren, donde cada uno es libre de pensar, hacer o decir lo que quiera, sin que nadie tenga el derecho de juzgarnos por ello… ¿O sí? ¿Quizás por tener ésta afición tenemos la obligación de portar éste “sambenito”? Si es así, diría mucho de un sector intransigente de la sociedad que no acepta los derechos y libertades fundamentales de las personas que no comulguen con sus ideales.
Pese a lo que el “Reich Animalista” quiera inocular en la mentalidad de la sociedad, la Tauromaquia es un espectáculo legal, es una expresión artística reconocida por la UNESCO como “Bien de Interés Cultural” y por el Senado Español como “Patrimonio Histórico y Cultural” máximo rango que otorga el ordenamiento jurídico nacional para un bien inmaterial.
Sin más, sólo espero que la empresa le remita una disculpa en condiciones a Nuria y que ésta situación tan desagradable para todos, les sirva por lo menos para que en su próxima selección de personal, traten a los aspirantes con mayor rigor y de manera más ponderada conforme a sus aptitudes profesionales, y dejen a un lado el sectarismo y el poco tacto que han tenido con nuestra amiga.
Sergio Celada. en Grijota (Palencia), a 13 de Mayo de 2020