Un Miércoles más, os abro la puerta de éste mí burladero, ésta semana, por fin tenía ganas de hablar de cosas bonitas de cosas buenas, de esos brotes verdes que nos hacen mirar con esperanza la vuelta a los ruedos.

No es esto que nos atañe otra cosa que lo que se podría denominar como «Tauromaquia 2.0». Ese ansia de subsistir y de no perder el contacto con la afición, ha empujado a éste loco mundo del Toro, a modernizar y adaptar a los nuevos tiempos cada faena en el campo, además de dejar volar la imaginación para que éste «mono» de Toros que todos tenemos, vaya «in crescendo».

Iniciativas éstas tan variopintas, en las que hemos podido observar desde tentaderos a la luz de la luna «En Casa de Moisés» que durante dos días retransmitió en directo la ganadería de «El Pilar», hasta faenas del día a día en la ganadería que nos mostraban desde  la casa «Victorino Martín», pasando por entrevistas y encuentros con personalidades de lo taurino en directo a través de Instagram.

Es muy de agradecer que empresas, ganaderos, toreros, y medios de comunicación se hayan afanado en ese continuo objetivo de mantener el contacto con la afición, y sobre todo, qué duda cabe… con los más jóvenes, que son los que más fácilmente y más a mano tienen el acceso a las nuevas vías de comunicación, que han demostrado ser verdaderas aliadas para nuestra Fiesta en éstos tiempos de «confitamiento».

Hay que seguir hablando de toros, hay que seguir acercando el Toro a las casas para que no se pierda la cercanía, que las ansias de Toro de la afición no se diluyan con la monotonía y la situación en la que nos encontramos. Tenemos que tener toros hasta en la sopa, por mucho que a cierto personaje con coleta le incomode (igual la semana que viene le toca a él, espero que no, es muy desagradable).

Con todo y con eso, no creo que todo valga en esto de las retransmisiones en directo, (vulgarmente llamado «estriming») espero que los diferentes entes taurinos no vean en esto una posible vía para la vuelta de los festejos, no sería correcto, no en el mundo del Toro.

No se puede concebir una feria como San Isidro, Bilbao o Pamplona, retransmitida por televisión y la plaza a puerta cerrada, rotundamente no, a un servidor éste sucedáneo de fiesta no le gustaría.

La Fiesta del Toro, como todos sabemos, se sostiene en tres grandes pilares y cuando tan sólo uno de ellos falle, nuestra Fiesta no será tal, y la liturgia quedará transfigurada y sin sentido alguno.

El Toro, gran protagonista y eje fundamental sobre el que gira la Tauromaquia.

El torero, claro, un loco maravilloso, capaz de convertir la brusquedad y el enfrentamiento a muerte con el Toro, en la más bella obra de arte jamás narrada.

Y por supuesto, el público, soberano en el devenir de la tarde a través del reconocimiento de la labor del diestro en forma de apéndices, además de aportar el principal rédito económico a las ferias.

La liturgia de dar muerte o no al Toro, no tendría ningún sentido sin el debido homenaje y respeto que le brinda la afición en la plaza, el papel del respetable en una plaza de toros es influyente como un protagonista más del festejo.

Debemos tener paciencia, el retorno puede estar cerca, y pese a tener que guardar medidas y distancias de seguridad momentáneamente, hay que ir a las plazas, y llenar el aforo del que se disponga, pero los toros en la plaza siempre, con público, el Toro, la fiesta y la liturgia así lo rezan.

En el horizonte, gracias a Dios, ya vislumbramos una fecha, 27 de Junio, Sanlucar de Barrameda, ciclo de Novilladas de la Junta de Andalucía, con público, con medidas, pero con público, si nada lo impide, es la primera rendija de una ventana que da visos de ir abriéndose poco a poco, y que nos permitirá volver a compartir tendido y tertulias, esperemos que más pronto que tarde.

Sergio Celada Caminero, en Grijota a 20 de Mayo de 2020.