Amanecía un claro 6 de Diciembre en la villa zamorana de Villalpando, todo estaba ya preparado para la que, sin lugar a duda es, una de las fechas marcadas en rojo en el calendario taurino en Castilla.
El Toro de la Purísima de Villalpando, lejos de ser un festejo más al uso, es toda una demostración de fuerza de su asociacion ASTAUVI y de los vecinos de éste municipio, que apuestan por los festejos taurinos como eje principal de sus celebraciones más importantes a lo largo del año. No en vano, durante ésta jornada pudimos disfrutar de nada más y nada menos que de 5 cabezas de ganado bravo (3 vacas, 1 novillo y el Toro de la Purísima) apostando además por la diversidad de encastes y procedencias de los animales que se soltaron.
Abría el festejo «GRAJITA» de la ganadería Gómez de Morales, hierro de muy reciente creación en tierras charras y que era la primera vez que hacía aparición en Villalpando. No se pudo disfrutar todo lo deseado del animal, la gran afluecia de público y cortadores en la plaza hizo casi misión imposible que la vaca demostrase lo que llevaba dentro.
Llegó el turno del que iba a convertirse en el protagonista absoluto del día, desde el cajón entró en escena «RUMBÓN» de la ganadería de La Campana, también de origen salmantino, y de procedencia Núñez. Un novillo que entró en éste cartel de rebote por problemas con el novillo anunciado, y que dió un espectáculo sobresaliente. El toro impuso respeto en la arena, arrancando con codicia a cada cite y entregándolo todo en cada embestida. Tanto se dejó y tan bien, que por la tarde, una vez finalizado el festejo, se le volvió a dar suelta para despedirle como se merecía.
La tarde empezaba bien pronto, por fin, con la suelta de «HECHICERO» de la ganadería Toros de San Miguel, que venía en sustitución de su hermano «CLARÍN» que por problemas en el campo, se cayó a última hora del cartel. Toro colorado, muy armónico, bien rematado, que salió con todo del cajón, pero una vez más la altísima participación en el festejo y el poco recorrido que se le dejó a la hora de coger aire y embestir, terminaron por deslucir a éste toro, que dió muestras de tener cosas que enseñarnos, pero no fue posible verlas.
A continuación, con el hiero de Pedraza de Yeltes en su lomo, apareció «BUSCARILLA», flojita de fuerzas, no ofreció demasiadas cosas para el disfrute de los allí presentes. Tras ella, una preciosa jabonera, de la casa de D. Bernardino Sanz Jimenez, que mostró muy buenas cualidades, llegando incluso a hacer las delicias de un jovencísimo maletilla que se encontraba participando en el festejo.
Aquí os presentamos una breve galería de imágenes de cómo se desarrolló el festejo.
Fotografías de Sergio Celada, Raquel Escudero y Henar Urbon